jueves, 28 de enero de 2016

Segunda parte

A partir de cierta edad, dicen, uno puede considerar que empieza la segunda parte de su vida.
Dicen que es a partir de los 40. Debe ser por aquello de la crisis de los 40.

A mi modo de ver, las cosas no cambian en un solo día, de un día para otro, sino que son cambios que se van gestando con el tiempo, y que, como un globo que vas hinchando, algún día explotan.

Con este post, que es la puesta en limpio de todas esas ideas, creo que puedo considerar que la primera etapa se puede dar por acabada, y que la segunda parte de mi vida ya ha empezado, o ya está empezando, con mi catársis interna casi terminada, a la espera de que mañana la complete, creo que estoy en condiciones de afirmar que voy a empezar la segunda mitad de mi vida. Allá vamos:

La primera mitad ha estado, ¿cómo explicarlo?, conducida, dominada, vale cualquier otro sinónimo, por otros, mis padres al principio, después sólo mi padre, mi pareja, compañeros de trabajo, y en última instancia, mi exjefe y su socia.

Cuando uno es un crío, vale, los padres mandan, así que podríamos decir que mis primeros 15 años estuvieron dominados por mis padres.
A partir de ese momento, y durante casi 10 años más, quien se empeñó en regir mi destino fue únicamente mi padre, no se si es que mi madre se cansó, tiró la toalla, o simplemente pasó. Él no quiso aceptar que fuera yo quien quisiera decidir mi destino, que no era otro que dedicarme a eso de los bits y los bytes. Se le metió en la cabeza que tenía que ser como él, ingeniero industrial, y eso me llevó por la calle de la amargura hasta que, gracias a un empujón de mi pareja, me planté y dije: Vale, hasta aquí.

Por unos años la cosa funcionó, cambié de estudios, estudié informática, conseguí un trabajo como tal antes de acabar los estudios debido al buen curriculum que tenía, pero como era "mayor" y la parienta quería pasar a la siguiente base, los aparqué para dar el "si quiero". No me arrepiento, la cosa funciona, nos va bien, y con el tiempo hemos tenido dos hijas preciosas.

Debido a mi carácter, dicen que los informáticos somos gente introvertida, he tenido más de un problema trabajando, precisamente por no saber defender bien mi posición, y que me llevó, cerca de los 40, a abandonar un trabajo, que, aún teniendo que soportar las broncas de un jefe con delirios, que pensaba que con amenazas y gritos las cosas funcionaban mejor, era un buen trabajo, un gran trabajo, como desarrollador de software en una importante empresa en su sector, y que me hubiera dado, con el tiempo, un buen status.
Pero me entró el pánico por un lado, y por otro me hicieron una oferta que no quise rechazar, precisamente por miedo. Miedo a verme como mi padre a la misma edad: en el paro.

Y lo dejé, y probé a hacerme cargo de un negocio que no entendía, un negocio para el que no estaba preparado, y en que me cayeron hostias como panes, con un encargado que se creía Dios sobre la Tierra, que no quiso o no supo entender que las cosas cambian. Una de aquellas personas que, en mis anteriores trabajos, sencillamente, no existían por estar tantos escalones abajo de la escala jerárquica de la empresa. Y no sólo fue cosa suya: quien se suponía que tenía que guiarme no lo hizo. Y no lo hizo, simplemente por no saber hacerlo. Quizás no sabía ni que tenía que hacerlo, aparte de no saber como hacerlo. Y para rematarlo, no hay dos sin tres, "la empresaria del año", quien fue cambiando a lo largo de los tres penosos años y pico que pasé por la empresa. Al principio bien, con ganas de ayudar, con ganas de crecer, con ganas de hacer cosas nuevas, de dejar entrar un soplo de aire fresco en la empresa, pero poco a poco, acusando claramente los vicios más arcaicos de la empresa, eliminando las posibilidades de comunicación, con malas caras, con malas maneras, sin querer entender nada que no fuera a sí misma, y creyendo, a pies juntillas, todo lo que el encargado decía, equivocadamente o no.

Y lo volví a dejar, porque me quemé de nuevo. Me quemé, porque entendí que estaba solo, y que su pretensión era que me fuera. Pues ahí lo tenéis, para vosotros el pastel, yo paso. Me quemé porque entendí que "no era lo mío", es decir, "que coño", porque pelee mucho para poder dedicarme a lo que realmente me gusta, y no estaba dispuesto a que dos patanes con aires de grandeza pisotearan mi dignidad profesional que tantos años me había costado labrarme. Así que, "atpc".

Tanto es así que, en parte simbolicamente, el verano después de cumplir los 40 me compré algo que si se llega a enterar mi difunto padre me echa el sermón: una vespa. Y creo que ese caballo mecánico, bueno, ese pony mecánico, en cierto modo, me acabó abriendo los ojos para mandarlos a todos a tomar viento.

Así que, botas limpias, y a por la segunda mitad, y esta vez sin Fortuna. Ya está bien, hemos estado juntos poco más de 20 años, no me saques más dinero.

sábado, 18 de abril de 2015

La cabra tira al monte

Los caminos de la vida profesional son, en muchas ocasiones, complicados y muy a menudo, torcidos e incomprensibles.
A veces tomamos decisiones que nos apartan de determinados caminos, que incluso nos hacen zozobrar anímicamente en más de una ocasión, pero que en la mayoría de las ocasiones, si tenemos la suerte de poder pensar y analizarlo fríamente, nos pueden llevar a conclusiones que nos permiten alcanzar un determinado estado de algo similar a la paz espiritual y a entendernos un poco más a nosotros mismos.
Creo que es el momento de poner en claro mis ideas, creo que casi tengo acabada mi travesía por el desierto, así que, aunque ésta no está del todo acabada y me falta alguna etapa, creo que por fin puedo ver el camino al que voy.

A mediados de 2012 dí por acabada, pensaba que de forma definitiva pero ha resultado ser en falso, una etapa profesional en mi vida, que me había llevado a poder dedicarme muy en serio a aquello que me gusta, pero que, por falta de experiencia, y seguramente por candidez de carácter, me había dado algún que otro disgusto.

Desde entonces hasta ahora, me he dedicado a hacer otro tipo de trabajo, que poco o nada tenía que ver con mis anteriores responsabilidades, relacionadas con la administración de servidores, el servicio técnico a usuarios y el desarrollo de software. Lo dejé básicamente por dos motivos, tuve una oportunidad, y porque simplemente me quemé. Y me quemé, en parte por problemas de organización, y por problemas de comunicación, aparte de por una serie de decisiones desacertadas por parte mía y de otras personas. Resultaría prolijo ahora explicar todos los pormenores de los problemas que tuve, pero sí es cierto que de todos estos problemas saqué una lección importante, que puede servirme, siempre, para encarar mi futuro.

El caso es que tras tal aventura, como he dicho, me quemé, llegando incluso a pensar que realmente, el dedicarme a lo que me dedicaba era una quimera que vivía en mi mente, que era incapaz de desarrollar nada con un mínimo de calidad. No se si eso era lo que pretendía quien se alegró de mi partida, quizás no, pero casi lo consigue.

Dejé ese trabajo un 31 de julio, para encarar una nueva etapa al día siguiente, una nueva etapa plagada de problemas. Ha habido satisfacciones, evidentemente, pero poniéndolo en una balanza, casi pesan más los inconvenientes que las ventajas.

Los inconvenientes se resumen básicamente en dos puntos: tropezar con la misma piedra por segunda vez (trabajar con la familia), y meterme en algo que ni comprendo, ni asimilo, ni me gusta, para que voy a decir lo contrario.

Hace tiempo vi un vídeo que me impactó. Y cuando digo que me impactó me refiero a que realmente fue un punto de inflexión en mi modo de ver mi realidad.
El vídeo puede verse aquí:

Con este vídeo, que he visto decenas de veces desde que lo reproduje en mi muro de facebook para no perderlo, el pasado 1 de abril del 13, ha sido con lo que he empezado a entenderme, curiosamente.
La primera vez que lo vi pensé: "llego tarde, de lo que habla aquí es de gente más joven que yo".

Al cabo de un mes o dos lo volví a ver, por curiosidad, porque oí algo en la tele o porque de algún modo apareció de nuevo en mi vida. Creo que lo vi tres veces o cuatro seguidas, de madrugada, mientras mi familia dormía.

Y lloré lágrimas de pena, que poco a poco se fue convirtiendo en alegría y en confianza.

Desde entonces algo ha cambiado en mi percepción de mi realidad, y poco a poco estoy haciendo posible que ese cambio sea posible.

Lo reconozco: no quiero dedicarme a otra cosa que no sea la informática. Comencé a programar muy joven, y aún después de todo lo pasado, quiero seguir haciéndolo. Tengo los baches superados. Me queda mucho por aprender, pero, por fin un poco de optimismo. Después de todo, siempre he sido un optimista compulsivo.

Sé positivamente que mi decisión no va a gustar, o va a costar de encajar para algunas personas de mi entorno, pero es el momento, no voy a pensarlo más, la oportunidad está ahí y hay que lanzarse a por ella. Es o ahora o nunca, y no quiero quedarme pensando el resto de mi vida que hubiera pasado si lo hubiera hecho.
Tardaré un mes, dos, seis, o un año, pero está decidido.

Creo que incluso poner por escrito mis reflexiones me ha acabado de ayudar a decidirme.

El miedo es el asesino de la mente. Venceré a mi miedo, pasaré a través de él.
(Frank Herbert. Dune)

lunes, 19 de noviembre de 2012

Intro a PHP

Después de demasiados años programando con VBA me he decidido a dar el salto, ahora que puedo, a programar en PHP.
En un principio pensé en usar un framework Javascript. Estuve mirando jQuery, Kendo, Dojo Toolkit o ExtJS, así como KoolPHP.
Básicamente no me decidí por ninguno de ellos, por diferentes motivos:
- KoolPHP: licencia. No tiene licencia GPL. No es caro, pero cuando usas distribuciones linux que no te cuestan ni un pavo, te acostumbras mal, y decides no soltar un chavo por un programa. El segundo motivo es que programar con KoolPHP no parece difícil, pero te ves obligado a programar de un modo muy particular, y no me gusta tener que adaptar mi estilo al que han definido ellos. Me refiero a su estructura y a su jerarquía de objetos.
- El resto. En todos los casos se puede descargar una versión con licencia GPL, pero hay que programar demasiado en Javascript, y ahora mismo no estoy por la labor.

Vistos todos con más o menos detalle, creo que:
- ExtJS es, sino el más completo, casi, pero hay que hacerlo todo en JS, o crearse demasiadas librerias en PHP para adaptarlo, ¿y que pasa con el cambio de versión de ExtJS?
- jQuery: le faltan algunos widgets que sí están en otros frameworks. No tiene ningún apartado de gráficos, de modo que si quieres integrar diagramas en tu aplicación tienes que buscarte algo más. Me asquea que se tenga que programar tanto en JS. Aún así, hay qu reconocer que es bueno y rápido.
- Kendo: lo tiene todo, pero también hay que hacerlo todo el JS. La página se vende sola, pero falla otra vez JS.
- Dojo Toolkit: casi diría que es el único que salvo. Hay que tocar JS, pero tampoco tanto, sobre todo si aprendes a usar maqetta.

De momento, y para aprender bien, estoy pasando de los frameworks, pero creo que tiraré hacia Dojo, maquetta me gusta y parece bien estructurado. Lo mejor es que puedes crear forms tanto para smartphone como para la web, y no parece que se exagere demasiado con el JS. Ya veremos cuando lo vea con más profundidad.

Próximamente: código en PHP.

viernes, 31 de diciembre de 2010

Irulan 2.0

No hizo falta desfibrilador, pero hubiera ayudado un buen detector de mentiras.
"Sólo" hubo que cambiar el disco duro, instalar el sistema operativo, configurarlo adecuadamente, instalar el servidor de BDDD, migrar la base de datos, configurar las copias de seguridad, y configurar los clientes de datos. Ahí es nada: tres días de trabajo.

Mientras tanto, antes del viaje, y ya que "se lo merecen todo", mañana de sábado perdida configurándoles uno de los servidores de aquí para que no tuevieran que parar. Menos mal que pedí un túnel.

viernes, 17 de diciembre de 2010

Nada que decir

Si no he posteado nada últimamente es porque no tenía nada suficientemente interesante que explicar.
Creo que ahora sí lo tengo, y lo explico para desahogarme, porque si no, igual hago algo de lo que pueda arrepentirme, y no está el horno para bollos.

Hace dos semanas estuve de viaje para poner en marcha un servidor. Se trataba del primer servidor Linux que ponía en marcha que tenía que quedarse a más de 20 km de distancia de donde estoy yo. Más concretamente a unos 1500 km, en otro país, otro huso horario, otro continente...

El sistema operativo elegido fue una distribución openSuSE 11.3, flamante, recién salida del horno.
El ordenador en cuestión es DELL Vostro, si no recuerdo mal nuevo.

La máquina en cuestión haría las funciones de servidor de mySQL, de momento, para más adelante, cuando la programación estuviera suficientemente avanzada, ser también un servidor de http.

Se configuró para que estuviera al otro lado del túnel IP que dimos de alta meses atrás.

En esa semana migré la base de datos que se venía usando hasta entonces, estaba hecha con Access, pesaba casi 50 MB,  y era accedida por 4 usuarios de manera habitual, y por 3 o 4 más de vez en cuando.

Ayer mismo empecé a trabajar en la programación PHP de estadísticas. Y lo cierto es que ayer fue el dia en que salió todo, hasta lo inventado: PHP respondió bien, y mySQL mejor. El código PHP lo tengo a este lado del túnel, en mi servidor Linux local, bender. Es una openSuSE 11.1. Los datos los consulta en Irulan, al otro lado del túnel.

La idea era continuar esta mañana. Y digo era porque cuando he llegado he recargado una de las hojas que imprimía parte de las estadísticas, para responder a la pregunta: ¿sigue funcionando?.
El caso es que no seguía funcionando.
¿Tiene ping?, sí, lo tiene
¿SSH?: pide nombre de usuario pero dice que no puede autenticar
¿Será la conexión?. No, la máquina de enlace contesta sin problemas por TS
¿Será mySQL?. Podría ser, pero parace raro.
¿Será linux?. Podría ser, pero todavía es más raro.
¿Qué tal un reboot?. Vale, pero SSH no contesta. Por no contestar, no contesta ni telnet

Llamo por teléfono y las niñas me explican lo que ven en pantalla. La cosa no tiene buena pinta: Irulan ha muerto.

Es el cuarto servidor que se me muere en esa fábrica. Los otros eran ordenadores clientes que empleé como servidores, y que murieron por algún virus, por uso indebido y por corrupción de parte de los datos.
La conclusión era clara: dejemos un ordenador solo, que no lo toque nadie, que no funcione con MicroSuave Ventanas, que tenga contraseña de acceso, y a ser posible que nadie sepa usar.

Irulan no murió por virus, ni por uso indebido, ni por corrupción de datos. A alguien se le ocurrió que podrían cambiar la mesa en la que estaba sin apagarlo.
Ya tengo el billete.

jueves, 14 de octubre de 2010

Lo próximo

Hablábamos en el post anterior acerca de las maniobras de Oracle con todos los Gb libres que ha heredado de Sun.
En los últimos días se han ido sucediendo las noticias acerca del pretendidamente incierto futuro de OpenOffice en manos de Oracle, y ha tomado fuerza un fork llamado LibreOffice, lo cual a su vez, ha revolucionado en cierto modo la lista de usuarios de OpenOffice.
Es una opinión personal, pero es cierto que:
  • Me está empezando a cansar que todos los productos libres tengan que llevar delante o detrás alguna de las palabras free, open o libre. Creo que eso afecta negativamente a la concepción que puedan tener algunos usuarios noveles en lo que puede ofrecer el programa
  • Se hicieron volar palomas demasiado pronto. Obviamente la gente de Oracle puede ser todo lo que uno quiera, pero no creo que sean tan estúpidos como para matar la gallina de los huevos de oro. Aunque éstos no se vendan a precio de oro.
 Y digo lo de los huevos de oro porque gran parte de su mercado lo tiene Microsoft en la venta de licencias de Office, y OpenOffice está empezando a ser un contrapeso en esta balanza. Tengamos en cuenta que Sun compró StarOffice aduciendo que gastaba mucho dinero en licencias y la adquisición de StarOffice le ahorraría mucho de ese dinero. Más adelante liberó el código y lo convirtió en OpenOffice, y poco a poco el producto se ha ido haciendo un cierto nicho. Cada vez es más normal encontrar ordenadores con OpenOffice instalado.

Oracle ya posee gran cantidad de activos en forma de programas, y para nada le interesa desvincularse de la comunidad, ya que es en ella y en su ámbito de influencia en la que tiene las bazas suficientes para seguir adelante, y recibir la realimentación que está recibiendo.
Y no sólo eso, sino que gran parte de estos activos son alternativas a los productos de los de Redmond: OpenOffice frente a Office, NetBeans frente a VisualStudio, Oracle Linux (basada en Debian) frente a la pléyade de licencias Windows, MySQL y el mismo Oracle (privativo) frente a SQL Server, JD Edwards frente a NAV/AX....

En fin, las palomas volaron demasiado pronto del nido. Me pregunto ahora, y más después del último comunicado de Oracle sobe este tema, que va a pasar con LibreOffice. Me atrevo a aventurar que se convertirá en un fork que arrastrará a bastantes, y se acabará convirtiendo en una olla de grillos. Y ojalá me equivoque.
Se masca la tragedia.

viernes, 27 de agosto de 2010

Efecto dominó

En enero de este año(2010) la UE aprobó la adquisición de Sun por parte de Oracle. La noticia venía de micho antes, de abril de 2009, cuando finalmente fue Oracle y no IBM quien compró Sun Microsystems.

Desde entonces las noticias sobre las consecuencias de esta adquisición se han ido sucediendo como caen las fichas alineadas de un dominó infinito, y casi nunca se sabe cual será la próxima ficha en caer.

Posiblemente gran parte del sector lo vea como algo natural: una empresa compra otra empresa, y el mundo sigue girando, pero hay matices detrás de este paso que hacen que tengamos que detenernos a pensar, sobre todo tras las consecuencias que ello ha conllevado.

El caso es que Sun venía flirteando con el software libre desde hace algunos años, más o menos desde 2004, y fue dando pasos firmes y decididos en este sentido. Quizás no se entendió mucho en su momento que comprara MySQL, pero con el tiempo Sun pareció entender que el código es mejor si es libre. No es un capricho, simplemente es una cuestión lógica: si es libre hay mucha más inercia, y ni los plazos ni los contenidos se ven afectados por un departamento de Márketing, que necesita lanzar una nueva versión para que no se resienta el mercado.

De este modo Sun liberó OpenOffice, más adelante hizo lo mismo con sus herramientas de desarrollo, y posteriormente liberó OpenSolaris.
En noviembre de 2007 se comentaba en Barrapunto que Sun iba camino de ser 100% open source, en abril de 2008 Sun liberó una nueva versión de MySQL, ...

Cuando toda la comunidad open source/libre, se felicitaba por la trayectoria de Sun, y esperaba ver como estaba a punto de cambiar el mapa de la producción de software, Oracle compró Sun, o Sun se vendió a Oracle.

Y fue entonces cuando empezaron los problemas:
- primero fueron los padres de MySQL los que abandonaron el barco, uno tras otro, en cuentagotas, pero los tres
- después es el padre de Java quien decide marcharse
- más adelante se ven recortados parte de los compromisos open source que tenía Sun con la comunidad
- y ahora, en agosto de 2010, Oracle decide centrarse en Solaris y abandona openSolaris

¿Qué será lo próximo?

domingo, 17 de enero de 2010

El pais de las maravillas (I)

Hace unos seis meses que estoy recopilando información para escribirla en este blog.
Y he esperado estos meses para tener una visión más global, y si cabe incluso más objetiva.
El caso es que en este tiempo me ha tocado llevar adelante un proyecto para seleccionar a un partner que implante y mantenga un ERP en la empresa en la que trabajo (lo de liderar es un concepto que no me gusta mucho).

Hay que reconocer que el proceso ha sido corto, y que la decisión final ha sido, sino la más acertada, casi casi.

Dicen que cada maestrillo tiene su librillo, y es bien cierto, cada comercial tiene su táctica: hay quien se jacta de ser el más cercano geográficamente, y por tanto, ser el que mejor entenderá la idiosincrasia de la empresa, hay quien adula más que habla, eso sí, con educación y estilo (y mucha práctica), hay quien se inventa una especie de complicidad inexistente empresa-consultor, quien lo ve todo hecho, fácil y sobre todo estándar, y también a quien se le nota que quiere vender, sencillamente porque le hace mucha ilusión. Incluso quien se cabrea y te echa a los perros cuando le haces saber que se acabó, como si de un romance se hubiera tratado. Y sin olvidar al que emplea un 10% del tiempo en decir "mi producto es el mejor", y el 90% restante en decir "los demás son una mierda".

En fin, visto lo visto, hay muchos ERPs, muchos fabricantes, algunos mejor orientados, algunos peor, algunos con un segmento muy definido, otros más difusos, pero he extraido tres conclusiones:
a) no es oro todo lo que reluce
b) un "buen" consultor vendería su alma al diablo por conseguir ciertos contratos
c) lo que puedas hacer en casa, hazlo en casa y no lo compres, a peor que sea siempre es mejorable, adaptable, analizable, y sobre todo económico

miércoles, 28 de octubre de 2009

Acerca de la libertad

Hace tiempo que quería escribir este post, pero era algo así como este blog, siempre lo posponía para más adelante.

Hace años, aunque parezca muy lejano, antes incluso de que se popularizara el uso de los móviles, cuando alguien quería tener teléfono en casa, llamaba a la CTNE (Compañía Telefónica Nacional de España), y cuando les parecía, venían a tu casa, ponían una conexión, y te dejaban un teléfono en alquiler.

Cuando se liberalizó el mercado de las telecomunicaciones aparecieron los llamados operadores, que eran compañías que ofrecían unos servicios similares, cuando no idénticos, pero eran otras empresas, de modo que tuvimos libertad para elegir.

Las ventajas fueron visibles desde casi el principio, podías cambiar de compañía si te ofrecía mejores precios, aunque hubo quien se cambió sólo por ser diferente.

Hace poco está ocurriendo algo parecido con los servicios eléctricos, e incluso en algunas zonas ocurre algo parecido con los transportes ferroviarios.

Y también ocurrió lo mismo con las compañías aéreas.

Todo ello nos parece de lo más normal hoy en día, porque se refiere a cosas que manejamos, que entendemos bastante bien, y que muy posiblemente dominamos, como son desplazarse, hablar por teléfono, tener conexión a internet, o simplemente pagar un dinero por un servicio.

Entonces, si todo está tan claro, ¿por qué no ocurre lo mismo con los programas que ejecutamos en nuestros ordenadores?. ¿Acaso no hay posibilidad de elegir?

Desde hace un tiempo estoy empezando a pensar que realmente no es porque los que sí lo hacemos seamos gente rara, sino porque en general aunque son cosas que manejamos de forma cotidiana, no entendemos, ni por supuesto no dominamos, sobre todo porque hay formas de no tener que pagar por usar algo de pago.

domingo, 27 de septiembre de 2009

Piensa globalmente, actúa localmente

Leí esta frase, o la escuché por primera vez hace muchos años, y en un ámbito más propio del blog de mi amigo Perico que de este ().
Lo cierto es que, cuando hablas a alguien acerca del software libre, sobre todo en los ámbitos empresariales, y más aún, cuando no hablas ya de Linux en general, sino de aplicaciones concretas (phprojekt, OpenERP, por poner dos ejemplos), la pregunta que te hacen es siempre la misma:
¿Por qué esas empresas que han desarrollado ese software lo liberan? ¿No sería mejor que lo vendieran como todo el mundo? ¿Son bobos?

Pues la respuesta sea quizás el título de este post.

Y quien no lo entienda que pregunte